La tipografía es el arte de la escritura, se usa como una herramienta para expresar emociones, sensaciones, estilos, entre otros. Los profesionales la utilizan para dar perspectivas, y aunque la tipografía es cuestión de gustos se tiene ciertas reglas que hay que tomar en cuenta para no dar el mensaje incorrecto y perjudicar la comunicación entre emisor y receptor.
Existen dos ámbitos: macrotipografía y microtipografía.
La macrotipografía ve el formato, tipo de letra o fuente, colores y papel. La microtipografía se distingue por ver los espacios entre caracteres, palabras y líneas.
Ambos ámbitos son fundamentales para que los profesionales hagan bien su trabajo y quien observe pueda captar el mensaje que se quiere dar.
Una mala elección de tipografía podría hacer que no sea legible el texto, obtener una lectura cansada o simplemente que nunca miren tu diseño. Por eso, lo primero que debes de hacer es plantearte la siguiente pregunta “¿a quién me estoy dirigiendo?”.
Con dicha pregunta podrás tener una mejor visión de qué fuente es la que más te conviene utilizar y empezar a crear tu propuesta de tipografías.
En este punto ya agregamos dos palabras a nuestro vocabulario: tipografía y fuente. Pero, ¿cómo saber la diferencia entre ellas?
La fuente es el estilo de un grupo de caracteres con una personalidad definida, un peso y tamaño. Mientras que en la tipografía se pueden usar diferentes fuentes.
Si aún no te queda tan clara la diferencia, a continuación te dejamos un ejemplo:
La tipografía que seleccionamos para este ejemplo es Arial, mientras que las fuentes que usamos son negrita o bold, regular, light, cursiva o itálica, y oblique.
Por supuesto, no es lo único que se tiene que incluir para tus diseños o textos. También se tiene que tomar en cuenta la circunferencia, sombreados, distorsiones, degradados, fondos, entre otros.
Para nosotros hay tres reglas básicas que siempre aplicamos en nuestros diseños a la hora de elegir o crear la tipografía:
- Hacer un análisis de mercado para entender el contexto de qué queremos transmitir y cómo debemos hacerlo.
- Crear diseños legibles que puedan ser captados por la audiencia deseada, además de probar este mismo diseño con diferentes formatos, ya sea en versión web de laptop o tablet, versión móvil o impreso.
- Producir diseños que representen la personalidad de cada marca y que no solo se un diseño bonito.
Nos encanta ejemplificar para que veas realmente la gran diferencia que existe:
Tenemos 3 menús de la misma cafetería y con la misma información, pero con diferente estilo de tipografía.
Si fueras un cliente, ¿con cuál te sentirías más cómodo?, ¿hay alguno que no entiendas?, ¿regresarías a comprar a esta cafetería?
Es demasiado notoria la diferencia, ¿cierto?
La razón es por todo lo que te acabamos de explicar acerca de las tipografías y las fuentes.
Te recomendamos preguntarte si tus diseños o textos están transmitiendo lo que realmente quieres comunicar. Ya que nadie quiere perder clientes o que sus diseños no sean un éxito.
Podríamos seguir escribiendo muchísimos datos y consejos sobre tipografía, pero este artículo ha llegado a su fin. Si te gustaría aprender sobre clasificaciones tipográficas u otros temas relacionados, háznoslo saber y comparte este artículo en tus redes sociales.
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